Los niños, al ingresar en primer año de la escolaridad
básica, suelen considerar los productos
tecnológicos como si se tratase de algo natural, sin cuestionarse el
papel de la actividad humana en la creación de estos productos. Las ciudades,
los puentes o los campos sembrados simplemente se presentan como parte del
entorno, y no puede esperarse que ellos se pregunten en forma espontánea si las
cosas siempre han sido como ellos las conocen, o si siempre serán así.
Desnaturalizar aquello naturalizado, inaugurar nuevas
preguntas en relación con los viejos y nuevos objetos de la cultura son
actividades motivadoras para cuestionar. Nuestros modos habituales de percibir
y construir realidades.
Las actividades de diseño de objetos son otras de
las propuestas relevantes en el área. Debemos hacer pensar a los chicos acerca
de las características de Nuestra generación ha sido testigo de un crecimiento
y de un progreso tecnológico sin precedentes que, aún cuando ha aportado beneficios
a muchas personas, ha tenido al mismo tiempo graves consecuencias sociales y
ambientales. ; Y existen evidencias de
un creciente deterioro del ambiente físico, bajo diferentes formas, a escala
mundial. Esta situación, aunque es causada principalmente por un número
relativamente de pequeño de países,
afecta a toda la humanidad.
Es absolutamente vital que todos los ciudadanos del mundo
insistan en medidas que apoyen un tipo de crecimiento que no tenga
repercusiones perjudiciales para las personas, para su ambiente ni para sus
condiciones de vida y que el consumo
hecho por un individuo no ocurra en detrimento de los demás. Los recursos de la
Tierra deben desarrollarse de forma que beneficien a toda la humanidad y que
proporcionen mejoría de la calidad de vida de todos.
Reducir a la mitad los costos en la construcción de edificios, viviendas y obras públicas
suena interesante, pero si se suma la oportunidad de impedir la contaminación generada por las baterías de mercurio y
cuidar el medio ambiente, la idea se escucha mejor.
Las pilas mezcladas con
cemento ordinario o ecológico, reducen entre 50% y 60% el costo de una construcción y facilitan el reciclaje de baterías. El
proceso consiste en depositar las baterías A,
AA y AAA en bolsas de plástico o envases de PET y arrojarlas cuando se realiza
la mezcla, lo que permite un encapsulamiento que puede durar hasta 400 años. Con esto se aíslan totalmente los contaminantes generados por las pilas, estamos hablando de que pueden durar encapsuladas con el cemento
entre 400 y 500 años.
En un balde de 20 litros de mezcla
pueden acomodarse 800 pilas pequeñas lo que
generaría ahorros de hasta 60% en material para construcción
bajo la seguridad de que es completamente resistente.
La pila es un elemento que contiene diferentes metales
en su composición como mercurio (la mayoría de las pilas botón, pilas alcalinas
y de óxido de plata) o cadmio (pilas recargables), aunque también son
preocupantes otros metales como el manganeso, níquel y cinc. Cada tipo de pilas
tiene al menos dos metales presentes en dos formas químicas diferentes, como
metales puros y como óxidos. Por lo tanto, aunque no todas las pilas son
iguales ni tienen la misma peligrosidad, toda pila que tiene alta concentración
de metales tiene que ser considerada como elemento de cuidado.
Podemos tomar como ejemplo el mercurio presente en la
composición de las pilas. Esta sustancia se oxida mezclada con la basura y se
libera al ambiente. Este metal y varios de sus compuestos, son bastante
insolubles, por lo que podrían quedar relativamente inmovilizados en tierra o
depositado en el fondo de ríos y lagos. Sin embargo los microorganismos
presentes en estos ecosistemas, lo pueden transformar en metilmercurio de mayor
toxicidad y movilidad ambiental. Esta sustancia orgánica, a diferencia del
mercurio inorgánico, atraviesa fácilmente las membranas celulares dado que es
liposoluble y por lo tanto una vez que ingresa en la cadena alimentaria, a
través de los herbívoros y peces, contamina rápidamente cada eslabón y se va
concentrando, al igual que el DDT. El resultado es que cuando llega al hombre,
tope de la cadena alimentaria, puede haberse concentrado varias veces y
resultar letal, ya que se acumula sobre todo en la médula ósea y en el cerebro.
Las pilas cuando se descartan con el resto de los
residuos, terminan en basurales o rellenos sanitarios, pudiendo quedar
expuestas a incendios y a reacciones químicas incontroladas que afectan las
capas de agua, el suelo y el aire. Si se acumulan en los vertederos, con el
paso del tiempo, las pilas pierden la carcasa y se vierte su contenido,
compuesto principalmente por metales pesados como el Mercurio y el Cadmio, el
Cinc. Estos metales, infiltrados desde el vertedero, acabarán contaminando las
aguas subterráneas y el suelo y con ello se introducirán en las cadenas
alimentarías naturales, de las que se nutre el ser humano. Si se incineran, las
emanaciones resultantes darán lugar a elementos tóxicos volátiles, contaminando
el aire. Daña a mediano y largo plazo los tejidos cerebrales y el sistema
nervioso central. El mercurio también tiene la posibilidad, de acuerdo a las
condiciones ambientales, de pasar a una forma volátil y distribuirse
ampliamente, aumentando los riesgos que ocasiona.
Las pilas se llevan a una planta de reciclaje, donde
el mercurio se separa de otros metales y el resto de materiales que constituyen
las pilas pueden ser recuperados. De esta manera, se recicla un residuo
peligroso y se evita que pueda contaminar el medio ambiente y perjudicar la
salud de las personas. ¿Qué se hace con las pilas recolectadas? Serán
almacenadas en previsión de poner en marcha de forma inmediata un sistema por
medio del cual serán trituradas mecánicamente, y se obtendrá escoria férrica y
no férrica, papel, plástico y polvo de pila. Las tres primeras fracciones se
valorizan directamente. El polvo de pila sigue diferentes procesos para recuperar
los metales que contiene.
Sin embargo, este proceso resulta muy costoso por lo que en países en los que no se cuenta con este tipo de plantas es necesario buscar otras maneras para darle un destino final a las pilas usadas.
Encapsulamiento de pilas
Envueltas en bolsas de plástico o
envases de PET, las pilas de tamaños A, AA, AAA se colocan cuando se realiza la
mezcla del cemento, lo que genera un encapsulamiento que puede durar hasta 400
años, y con ello evitar daños al medio ambiente, se puede utilizar en el
encapsulamiento de pilas y el cemento ecológico para la rehabilitación de
espacios públicos, como: colocación de adoquín en calles, bancas de parques,
bases para luminarias, topes y desde luego casas habitación.
La formas más comunes y sencillas de minimizar los
efectos de la contaminación causada por las pilas:
ü Vitrificación
ü Cementación
y ceramización
Con estos métodos, a la larga, lo único que se hace es AISLAR el elemento (no reciclar), pero el compuesto sigue estando, por lo que se convierte en un PASIVO AMBIENTAL. Pero son los métodos a los que más fácilmente se puede recurrir para tratar de mitigar en alguna forma este gran problema.
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